viernes, febrero 15, 2013

Sobre las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes - efesios

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Estimados lectores: 

por lo general, al menos en la cultura cristiana, suele consultarse qué cosas dice el antiguo testamento y/o el nuevo testamento (ambos en conjunto conocidos como la biblia cristiana) respecto a los ovnis o seres que habitan en los cielos o que proceden de los cielos.


Como comentario inicial, es importante proponer lo siguiente que me han dado a conocer expertos en el tema y que puede servirles mucho. Existirían a saber 3 grupos de entidades malignas. Las primeras son aquellas que aparecen en el libro de Enoc (los vigilantes) y los cuales habrían sido castigados y confinados al centro de la tierra (a los infiernos o como sea el ejemplo que se use para denominar (según sea le contexto, hebreo, griego, etc) el interior de la tierra, y en donde estas entidades mantendrían su cuerpo y su espíritu pero no pueden salir y están presos; 2) los hijos de estos, quizás también los denominados gigantes y sus hijos, que causaron tanto estrago (ver Libro de Enoc) y que están presentes en este mundo nuestro pero no en cuerpo sino en presencia espiritual, y que sería según me han indicado, los seres que se presentan en las posesiones demoníacas tradicionales; 3) las huestes del cielo (ver Efesios 6.2) en donde Efesios advierte lo sgte.: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del siglo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos.". Remarco el texto "en los cielos" para que se entienda claramente el contexto, y sería un cielo físico, no el cielo en el cual reina DIOS.

Del mismo modo conviene mencionar a Efesios que también menciona algo sobre el "El Príncipe del Aire", a saber: "Efesios 2:1-3: "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros  vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás."

Luego trataré de analizar una mención del mismo Jesús respecto del príncipe de los vientos o del aire, que ya sabemos no es nadie bueno.

Antes de mencionar un texto del nuevo testamento es importante entender que cuando se habla de "el cielo" o "los cielos" en donde mora el SANTO, no implica necesariamente que todas las criaturas de la creación de DIOS procedan "ahora" de allí o que vengan de ese lugar o condición, porque quizás convenga descubrir que el cielo, en el buen sentido de la palabra, no solo es un lugar sino un estado, una condición y quizás una mezcla de varias cosas y quizás la física sea la menos importante.

Ahora bien, si leemos lo que dice en Efesios 6 (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Efesios+6&version=RVR1960) aparece un texto que indica lo sgte. entr "":

"

La armadura de Dios

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,

15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,

20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
"


Fíjarse que se habla de las "regiones celestes" lo que no necesariamente es lo mismo que el cielo, aunque cuando uno mira al cielo alcanzamos a ver solo un sector de este que pertenece físicamente a lo que entendemos como la bóveda celeste pero en ningún caso implica que sea el cielo mismo, y de hecho desde el cielo provienen varias cosas como la lluvia, las estrellas visibles especialmente en las noches, etc etc. 

Es bueno preguntarse porque el autor de Efesios 6 menciona lo sgte. "contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes"?

Pues bien, quizás porque está indicando que quizás lo que muchos entendemos como "fenómeno OVNI" precedente desde esas zonas pueda tener una naturaleza no benigna, dado que se alejó voluntariamente del mundo de DIOS y fueron expulsados de la presencia de EL y por ello del paraíso.

Nótese que en el libro de Enoc (ver versión bautista en http://lavozeneldesierto.com/wp-content/uploads/2008/11/el-libro-de-enoc.pdf) se puede leer un contenido cuyo mensaje de fondo también menciona la existencia de "entidades" que fueron destinados a cumplir un misión pero se degradaron y terminaron corrompiéndose, y que se llamaban los "vigilantes" y cuya zona de residencia era el cielo o las zonas celestiales.

Esto no implica que los "ángeles celestiales" (las benignas obviamente) procedan de allí.

Para terminar y también como punto crucial, en un evangelio Jesús denomina al diablo y/o demonio (o quizás al otro maligno ((no confundirlos porque son seres distintos, Satán respecto a Lucifer)) como “el príncipe de los espíritus del aire”. 

En este sentido recurro brevemente a wikipedia para rescatar dos definiciones que pueden aclarar (o por el contrario confundir) a las personas respecto a las entidades malignas máximas involucradas en la existencia de la maldad (ir en contra de DIOS):


-Diablo: El Diablo, según el cristianismo, es un ser sobrenatural maligno, adversario de Dios y tentador de los hombres; en el Nuevo Testamento se identifica a este ser con el Satán hebreo del Libro de Job (1:6-8), con el Diablo del evangelio de Mateo (Mateo 4:8-10), con la Serpiente Original de Génesis (Génesis 3:1-5) y con el Gran Dragón del Apocalipsis (Apocalipsis 12:9), todos como un sólo personaje... 




Etimología posible: Para referirse a este ser sobrenatural, la biblia hebrea utiliza el término "satán" ('adversario') para referirse al acusador de los hombres ante Dios y aquel que incita al mal. Con esta acepción aparece, por ejemplo, en Job 1:8-12....En el siglo III, con la redacción de la Biblia de los Setenta los traductores griegos del Antiguo Testamento, sustituyeron el hebreo Satán por el griego diábolos (διάβολος) que signifca "acusador" o "calumniador", sustantivo que proviene del verbo diaballein (calumniar, difamar) y este a su vez de las raíces "día" (a través) y "ballein" (arrojar).1 Otras versiones [cita requerida] plantean que la palabra diablo, devil, djofull, divell, con todas sus variantes, no tiene por qué haberse derivado de diábolos, aunque el uso de esta variante podría deberse a un juego de palabras similar al que convirtió al dios canáneo Ba'al Zebûl (literalmente "el señor príncipe") en Baal Zabut ("el señor de las moscas"), el actual demonio Belcebú.



Esta versión plantea que la palabra diablo se deriva del Proto-Indo-Europeo *deiwos, adjetivo que significa "celestial" o "resplandeciente", una derivación Pre-Indoeuropea de la raíz *diw o "resplandecer", relativa sobre todo al cielo diurno. Otra posibilidad más remota es la raíz *diiv, o "jugar".


La raíz *deiwos generó no sólo la palabra divel o teufel en lenguas de Europa del Norte, que son equivalentes al diablo de éste idioma; también derivan de ella el griego theos, el lituano dievas, el germano Tiwaz, el latín antiguo deivos y el latín moderno Deus. De esta misma raíz proviene la palabra dios.




En la Biblia: En el Nuevo Testamento se explica el origen del Diablo como uno de los ángeles de Yahvé que se hizo malvado (Juan 8:44). Se infiere que es una criatura espiritual de la familia angélica de Yahvé Dios (Job 1:6). Según manuscritos antiguos (como la Biblia Vulgata Latina de San Jerónimo), el nombre real de él en el cielo era Lucifer y se le cambió el nombre a Satán (adversario) por estar en contra de Dios, a causa del deseo por la adoración que todas las criaturas inteligentes rendían al Creador (Mateo 4:9).


Según Ez. 28: 12-15, era el ángel (querubín) que guardaba el trono del Dios Yahvé, pero por su orgullo de querer convertirse en otro dios fue arrojado del cielo junto a una tercera parte de los ángeles (Ap 12:3-4).


Según la Biblia: El texto de Isaías (Is. 14:12-15) parece referirse a esta historia. El último versículo de este texto muestra que este relato se aplica a un hombre (proverbios contra el Rey de Babilonia), aunque indirectamente está dirigido a Satanás (ver Isaías 14:4)...

El apóstol Pedro menciona de él que "...velad; porque vuestro adversario el diablo, ...anda alrededor buscando a quien devorar.” (1ª Pedro 5:8) “


El evangelista Juan indica "“Desde su caída, el diablo continúa pecando…” [a través de los hombres que se dejan influenciar por él] (1ª Juan 3:8)".



Sus nombres y representaciones:

Los nombres más comunes o conocidos con que se nombra al diablo en la Biblia son: Lucifer, Satanás, Belial, Samael, Damian, "antigua serpiente", "gran dragón", Jaldabaoth, «El dios negro», «el dios de este siglo» y «el padre de la mentira».



Es quien crea y dirige a la Bestia (estructura de poder imperial).



-Satanás: Satanás o Satán es el término por el que las religiones abrahámicas designan a una entidad suprasensible que representa la encarnación suprema del Mal, aunque otros pueden verlo como el que desobedeció y se rebeló contra los mandatos de Dios.

Etimología:

Satanás viene del latín Satāna, y éste a su vez del arameo הַשָּׂטָן, ha-shatán, «adversario, enemigo, acusador». Aunque luego se le menciona como un espía errante de Dios sobre la Tierra, el sentido primario, de la raíz שטן (štn, «impedir, hostigar, oponerse»), sería simplemente el de «enemigo».1 2


La entidad Satán se cita como un ser que incita al pecado. 


Después en los Evangelios se le otorga al término un carácter personal como enemigo de Cristo, tambien como un anticristo (Juan 1:18-29). En lengua árabe se le llama shaytán, que también significa serpiente.

Su equivalente en griego es diábolos Diablo, procedente del verbo dia-ballö, y posee un significado semejante de ‘oposición’ o ‘enfrentamiento’. En (1Mac. 1,36) (texto griego) encontramos la palabra diábolos con el significado de ‘adversario', como 'el enemigo'. También en algunas ocasiones incluye el sentido de ‘acusador’ o el de ‘calumniador’.

En principio, conviene aclarar que el judaísmo no identificaba a Satanás con el demonio Lucifer. En los documentos no canónicos del Antiguo Testamento, Satán es llamado frecuentemente Belial; igualmente la mención y definición del oponente del Dios Yahveh, puede encontrarse en la Biblia; en la que se mencionan los términos Beelzebú (Marcos 3:20-30).

Del mismo modo, algunos sugieren que los nombres Semyazza y Azazel serían otros nombres para Satanás. En relación a ello, también se postula que los diferentes nombres describirían a diferentes adversarios de Dios.

En el Nuevo Testamento, en cambio, Satanás y Lucifer aparecen amalgamados en la figura del Diablo. Muchos especialistas deducen que el Diablo (el Maligno) es el "genio inspirador" de la famosa Bestia del Apocalipsis de San Juan. Sin embargo también hay tradiciones que aún los nombran como entidades diferentes, indicando que Lucifer, Satanás y Belcebú conforman el triunvirato que gobierna al infierno y sus legiones.

En la tradición de la Iglesia Católica y otras iglesias cristianas señala que Satanás es sinónimo de Lucifer. El nombre Lucifer sería lo que en una época habría sido el nombre que recibió de Dios en persona. Antaño a la rebelión, Lucifer estaba por encima de todas las categorías de los ángeles ya que era el más hermoso de todos. El término "Lucifer" (Luzbel) significa "Portador de la luz". Pero desde que se puso en contra de Dios,se le cambió el nombre a Satán (adversario).

Lucifer (del hebreo "HEYLEL" en latín "Portador de luz") era el ángel más hermoso de todos, antes de caer.


En el Antiguo Testamento, hay dos pasajes que relataban la caída de un rey arrogante, pero los Padres de la Iglesia vieron en ellas, la caída del Diablo:


"¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! ¡Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que dijiste en tu corazón: 'Al cielo subiré, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión en el extremo Norte. Subiré a las alturas del nublado, y seré como el Altísimo." Is. 14, 12-14

...Eres un objeto de espanto, y has desaparecido para siempre." Ez. 28, 12-19

En el Nuevo Testamento, se presume que Jesucristo hace una pequeñísima mención de este relato, cuando les dice a sus discípulos:

"Yo veía a Satanás caer del Cielo como un rayo". Lc.10, 18

Finalmente, no podemos dejar de mencionar lo que los exorcistas opinan de Satanás. Según exorcistas, como el Padre Gabriele Amorth o el Padre José Antonio Fortea Cucurull, Lucifer y Satanás son dos demonios distintos. Lucifer era el angel más alto, la mayor obra de Dios, antes de su caida, pero tras esta quedó en segundo lugar después de Satanás. Satanás es el más maligno de los demonios, que supera en maldad a Lucifer. 

-Demonio: En religión, ocultismo y folclore, un demonio o daemon, daimon (del griego δαίμων daimôn1 ) es un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano y que usualmente resulta malévolo. Sin embargo, la palabra griega original "daimon" es neutral y no contiene una connotación necesariamente negativa en sus inicios para los antiguos griegos. Esto sucedió por la aplicación de la koiné (en el helenístico y en el Nuevo Testamento en griego) del término daimonion (δαιμόνιον)2 y más tarde se atribuyó ese sentido maléfico a cualquier palabra afín que compartiera la raíz, cuando originalmente fue previsto para denotar simplemente a un "espíritu" o un "ser espiritual".


Daimōn (δαίμων) es una palabra del griego antiguo para "espíritu" o "poder divino", similar al numen o al genio de la mitología romana. El Diccionario Merriam-Webster le otorga su origen etimológico a partir del verbo griego daiesthai que significa "dividir, distribuir." La concepción griega de un daimon aparece claramente en las obras de Platón, donde se describe así a la inspiración divina de Sócrates. Para distinguir al concepto clásico griego de su posterior interpretación cristiana, es usualmente aplicado el término daemon o daimon en vez de demonio.

En relación a Israel: Fue a partir de los caldeos que el nombre "Shedu" llegó a los israelitas, por lo que los escritores de la Tanaj aplicaron la palabra como dialogismo a los dioses cananeos en los dos pasajes citados. Pero también hablaron de "El destructor" (Éxodo 12:23) como un demonio maligno, cuyo efecto sobre las casas de los israelitas había de ser rechazado por la sangre del sacrificio pascual rociada en el dintel de la puerta y la puerta posterior (un correspondiente talismán pagano se menciona en Isaías 57:8). En 2 Samuel 24:16 y 2 Crónicas 21:15 el demonio que esparce la pestilencia es llamado "El ángel exterminador" (comparar "el ángel del Señor" en 2 Reyes 19:35; Isaías 37:36), porque, a pesar de que son demonios, estos "mensajeros del mal" (Salmos 78:49 y A. V. "ángeles del mal") no siguen sólo las órdenes de Dios, son los agentes de su ira divina.

Los demonios hebreos eran los hacedores de daño. A ellos se atribuyen las diversas enfermedades, sobre todo, como afectan el cerebro y las partes internas. Por lo tanto, existía el temor de "Shabriri" (literalmente, "el resplandor deslumbrante"), el demonio de la ceguera, que descansa sobre el agua descubierta en la noche y afecta a las personas con ceguera que beben de la misma. También se mencionó el espíritu de la catalepsia y el espíritu del dolor de cabeza, el demonio de la epilepsia, y el espíritu de la pesadilla.

Estos demonios se supone que entran en el cuerpo y provocan la enfermedad, mientras abruman o se "apoderan" de la víctima (como si "incautáran" el cuerpo). 

Los que están en la Biblia Hebrea son de dos clases: se'irim y shedim. Los se'irim ("seres peludos"), a los que algunos israelitas ofrecían sacrificios en los campos abiertos, son criaturas parecidas a los sátiros (ver caso Putre (Chile) de los conscriptos que acompañaban al Cabo Armando Valdés), se describen como danzantes en el desierto y que son idénticos a los genios, como por ejemplo: Dantalion, el 71ro espíritu de Salomón. (Sin embargo, compárese a los tradicionales y autóctonos "seres de los bosques" de la mitología europea.)

Posiblemente, pertenezcan a la misma clase: el demonio Azazel, los demonios parecidos a cabras del desierto, el jefe de los se'irim, y Lilith. Es posible que "las gacelas y las ciervas del campo " (por lo que Shulamit conjura a las hijas de Jerusalén para traerle de vuelta a su amante) sean espíritus parecidos a los faunos (ver caso Putre también conocido como caso "Cabo Valdés") y similares a los se'irim, aunque de carácter inofensivo.

Judaísmo: (ver Demonología judía): Según algunas fuentes rabínicas, se creía que los demonios estaban bajo el dominio de un rey o jefe, ya sea Asmodai o -según el antiguo Haggadah- "Samael, el ángel de la muerte" (que "mata con su veneno mortal" y es llamado "jefe de los demonios"). Ocasionalmente algún demonio es llamado "Satanás".

La realidad de los demonios nunca fue cuestionada por los talmudistas y rabinos posteriores, más bien se aceptaba su existencia como un hecho. Tampoco la mayoría de los pensadores medievales los tenían en duda.

... La demonología rabínica tiene tres clases de demonios, aunque apenas son separables una de otra. Allí estaban los shedim, los mazziḳim ("dañadores"), y los ruḥin ("espíritus"). Además de estos habían: lilin ("espíritus de la noche"), ṭelane ("sombra" o "espíritus de la tarde"), ṭiharire ("espíritus del mediodía") y los ẓafrire ("espíritus de la mañana"), así como los "demonios que traen hambre" y "que causan la tormentas y terremotos"(Targ. Yer a Deuteronomios 32:24 y Números 6:24. Targ. a Cantos 3:8, 4:6. Eclesiastés 2:5. Salmos 9:5,6.) Esta definición también abarca a los Nephilim, los "hijos de Dios" (descritos en el Génesis) que abandonaron sus puestos en el Cielo para aparearse con mujeres en la Tierra, antes del diluvio.

...En el Evangelio de Marcos Jesús echa fuera muchos demonios, o espíritus malignos, de aquellos que estaban afligidos por diversas enfermedades. El poder de Jesús se demostró como muy superior al que tenían los demonios sobre las personas que poseían, liberando eficazmente a las víctimas que estaban sujetos a ellos, echándolos fuera y prohibiéndoles regresar. Jesús también le dio este poder a algunos de sus discípulos, los cuales se alegraron de su nueva habilidad.24 Los demonios eran expulsados mediante la fe y por la pronunciación de su nombre, de acuerdo con Mateo 07:22. Algunos grupos más fundamentalistas insisten, para este efecto, en el uso de la pronunciación de la forma original del nombre de Jesús, es decir Yahshua / Josué, que significa "Yahvé es salvación".

Tríada demoníaca:

Algunos autores hermenéuticos[cita requerida] relacionados con el cristianismo han creado una simetría entre la Trinidad católica (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), y una tríada supuestamente opuesta, Lucifer, Anticristo y Falso profeta. Esos autores consideran que la Trinidad posee un proceso comunicativo intradivino que se inicia en el Padre creador, sigue en el Hijo salvador, y termina en el Espíritu Santo iluminador). Esas cualidades estarían reflejadas en la tríada inversa: primero Lucifer destructor, después el Diablo pervertidor (que supuestamente sería el Anticristo), y finalmente Satán oscurecedor.

El nombre Anticristo, en la teología cristiana, que cumpliría con las profecías bíblicas concernientes a un antagonista de Cristo. El uso de la palabra anticristo sólo aparece en las cartas del apóstol Juan, donde por un lado hace referencia a la manifestación, prevista para el fin de los tiempos, de un adversario decisivo de Cristo y, por otro, a la anticipación de esta manifestación en la acción de apóstatas que reniegan del cristianismo.

Etimología: El término procede del griego αντὶ- (antì-, «sustituto, opuesto») y χριστός (khristós, «ungido, mesías, Cristo»), con el significado de literal de ‘aquel que sustituye o se opone a Cristo’.

"1 Juan 4:3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo."

Partiendo del razonamiento lógico entonces se toma como referencia el siguiente versículo de Lucas: «El que no está conmigo, está contra mí».

Características:

Según las creencias cristianas el Anticristo aparecerá en la forma de un hombre controlado por Satanás, el enemigo supremo personal de Dios. Será la maldad encarnada en un hombre. Se le dan diversos nombres como el Hombre de Pecado, Hijo de la Perdición, la Bestia (según una equivalencia entre este personaje del Apocalipsis y el Anticristo), la Abominación Desoladora, etc.

Descripción de la Bestia:

En el Apocalipsis, a través de un lenguaje altamente simbólico , se describe a la Bestia como un monstruo de siete cabezas y diez cuernos (y por cada cuerno, diez diademas), con un cuerpo semejante a un leopardo, patas de oso y fauces de león. Dice estar inspirada por el Diablo y tener la facultad de pelear contra Dios.

El simbolismo de Apocalipsis 9:11 deja abierta a interpretación la identificación exacta de Abadón/Apolión:
7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas, 8 tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones; 9 tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. 11 Sobre ellos tienen como rey al Ángel del Abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Apocalipsis.



Resumen

Como ven, estudiar todo esto es un tema muy complejo. Ojalá un día podamos comentar más al respecto con más tranquilidad pero les dejo los textos marcados en rojo para que puedan recordar los escencial que he tratado de rescatar de estos textos y que se relacionan con el tema que mencionamos. 

Algunos se preguntarán todavía que tienen que ver los ovnis con el tema demoníaco. Pues bien, es un tema difícil de explicar pero cuando se vive directamente con el tiempo y luego de algunas experiencias no gratas uno comienza a descubrir que el tema tiene relación el uno con el otro aunque cuesta mucho pero pidiendo a DIOS que nos ayude esto se logra. No olviden a Jesús, que por algo vino al mundo a rescatarnos para DIOS y que es el "camino, la vida y la verdad" (algunos cambian la posición a "camino, verdad y vida"). Jesús dijo: "nadie va al PADRE sino por mí". Claramente nadie va a DIOS a través de los ovnis.

Como mención final advertir que en cada religión existen estas entidades no benignas, por no decir malévolas, aunque se les denomina distinto pero en el fondo su naturaleza intencional es la misma.

Le sirve esto para ir intuyendo porqué el asunto de los ovnis y lo maligno si tienen relación bíblicamente hablando?

De paso a los interesados les menciono la existencia de un link a un libro de un exorcista llamado A.Fortea, que está disponible para descarga y que se llama Summa Daemonica. 

Más información básica del tema la pueden encontrar en wiki también por ejemplo en lo que se conoce como ángel caído entre varios otros.

Atte. 
Michel 


Edición: 150213
Reedición: 010313
Fín del artículo! Nota para meditar: Al pasar vio Jesús a un ciego de nacimiento y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿que pecados son la causa de que este haya nacido ciego, los suyos o los de sus padres?" Respondió Jesús: No es por culpa de éste, ni de sus padres; sino para que las obras del poder de DIOS resplandezcan en él". (Este mensaje va en cada artículo de la blog) ...

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