lunes, febrero 26, 2007

PRIMER DOCUMENTO PARA LOS ESCÉPTICOS

De un documento original inicial enviado al Sr. Carlos Campo (Ocampo) en (1, 2, 3 (ver literatura al final))

Primer documento para los escépticos

Estimados Srs. Escépticos:

he estado leyendo algunos artículos vuestros en relación a las pseudociencias y he encontrado cosas afortunadas y otras definitivamente desafortunadas. Por ello quiero hacer ciertos comentarios en relación al asunto de modo de mejorar nuestra comprensión de los casos que investigamos y que nos interesan a cada uno según distintas perspectivas.

Me parece muy bien buscar investigar las cosas de la mejor manera posibles y si se da el caso de obtener pruebas físicas tiene sentido entonces el buscarlo pero creo que de pronto he visto en muchos pseudo-argumentos vuestros una argumento que no lo es tal sino más bien un pre-juicio o una falta de experiencia en ciertas materias o una extrapolación de las conclusiones respecto de algunos casos a todo el universo de casos, y eso me parece que me merece dudas y de paso gran pena porque veo que una actitud así no sirve para generar un ambiente sano y serio que permuta dilucidar una fenomenología que varios estudiamos y que no es fácil de registrar pero que tampoco tiene sentido llegar y criticar de la manera como algunos de Uds. lo han venido haciendo.

Creo que Uds. no pueden llegar y exigir pruebas a cada persona que ha tenido una experiencia porque aquí estamos hablando de fenómenos relacionados generalmente a la manifestación de inteligencias desconocidas que por alguna razón inexplicable hasta para los más crédulos, al parecer sólo toman un contacto más directo e intenso y duradero con un grupo pequeño de testigos. Encontrar esos testigos no es fácil y además los mismos testigos a veces no tienen idea ante qué tipo de entidades están. Del mismo modo no se puede esperar que todo tenga una evidencia empírica ni que todo tenga que pasar por el filtro del método científico porque decir eso es no entender que el mundo no se llama método científico y que el método es uno más de una multitud de métodos cada uno más o menos válido para entender la naturaleza y la realidad, pero que no podemos andar suponiendo que todo debe tener una explicación científica pues algunas cosas definitivamente no la tienen, o no la tienen aún o quizás es muy probable que la dimensión y envergadura del fenómeno o manifestación sobrepase por mucho los estrechos marcos que el método científico ofrece como puerta para lograr un tipo de conocimiento más objetivo pero nunca el mejor o el más adecuado.

Creo que es bueno que tengan un poco más de precaución a la hora de hacer críticas a la investigación de personas que se dicen parasicólogos o lo que sea que se autodenominen, porque uno no puede llegar y criticar a todo un grupo de personas solo porque técnicamente laboran en un tema que tiene esa definición. Creo que una crítica personalizada es mucho más ajustada, real y objetiva ya que así se puede referenciar un infortunio o una falta de ética o una falta de conocimiento o lo que sea, a un grupo limitado y definido de personas y no algo general.

Leyendo un poco lo que dice el Sr. Ricardo Campo Pérez y cuyo contenido he adjunto más abajo, creo que quedarse con el hecho de que el tema OVNI es única y exclusivamente un fenómeno psicosocial es no tener una idea ni conocimiento mínimo de las narraciones y experiencias de grupos étnicos que por ejemplo viven en Latinoamérica y que mencionan conocer el fenómeno OVNI desde al menos 200 años sino más y que incluso han podido ser reportados (sin saber de qué se trata finalmente) por los mismos expedicionarios españoles que llegaron a América!

Para esa época no existía el término OVNI y la sociedad no es un término que se pueda usar para agrupaciones de indígenas tan poco numerosas, y además ellos no usaban el término OVNI sino otros que se relacionan a la cultura y mitología propia de ellos en donde se mencionan varios aspectos que son similares a los que hoy en día se conoce dentro de la ovnilogía actual. Por ello estoy de acuerdo que para ciertos casos es posible usar la teoría psicosocial pero suponer que todos los casos son explicables bajo esa suposición me lleva a pensar que dentro de los escépticos hay personajes individuales tan fanáticos, y/o extremistas y/o desconocedores del tema como los son algunos crédulos acérrimos del tema OVNI. Creo que es necesario ser un poco más cuidadosos en cuanto a ciertas afirmaciones.

Creo que las críticas que Uds. hacen hay que referenciarlas a un marco fenomenológico y casuístico específico y creo que por lo visto el vuestro se restringe a España y Europa pero que poco y nada tiene que ver con el verdadero y genuino fenómeno inteligente llamado OVNI que se presenta en América en donde especialmente puedo hablar de Chile país desde el cuál yo procedo.

Por otra parte también estoy de acuerdo en que en el mundillo de la ovnilogía hay “chantas” o personajes que lucran con el tema y que no tienen ningún pudor en jugar con la gente así como hay otros que no desarrollan una investigación más a fondo y prefieren ser simplistas y facilistas. Pero de allí a considerar que todos los miembros de la parasicología y la ovnilogía se rijan por el mismo patrón creo que muestra poco conocimiento por parte de los autores de dichas citas. Este proceder vuestro puede ser un indicador a tomar en cuanta por los verdaderos expertos en este tipo de temas a la hora de evaluar acercarse o alejarse de los supuestos escépticos, y digo esto porque existen personas escépticas que tienen buenos argumentos y otros que simplemente creen que ser escéptico es algo obvio, lógico (cuál de todas las lógicas) y natural y que no requiere de mayor trabajo porque es algo a priori. Los que suponen eso muestran para mí falta de experiencia en el tema.

Yo personalmente conozco personas que son correctamente escépticos porque en sus vidas han tratado de investigar cada caso de la manera más profunda y seria posible dentro de todas las limitaciones que rigen tanto para los escépticos como para los crédulos. Al conocerlos a ellos creo que no se pueden sentir identificados con el grueso de vuestras ponencias escépticas y promociones anti-fenómeno y es quizás por ello que no se juntan con Uds. o si lo hacen prefieren mantener distancia y mostrarse en bajo perfil.

Creo que Uds. podrían aprender a tener un poco más de la humildad que muestran estos personajes. Creo que algunos de lo buenos escépticos saben perfectamente que más allá de todo el show paranormal que hay montado en TV y en prensa, hay algo más que es lo que ellos creen que aún permite darle sentido a la búsqueda de casos potencialmente interesantes. Creo que ellos quizás si saben o intuyen que algo existe y que no se quiere dejar mostrar y que es muy probable que algunos investigadores logren registrar o recoger alguna evidencia importante y que muestre que efectivamente existirían entidades inteligentes cuya existencia desconocemos mayormente. Una prueba así puede inmediatamente invalidar aún aquellas teorías del círculo escéptico que la mayoría de sus precursores creen imbatibles y verdaderas. Esa actitud no se ve por lo general en los escritos que Uds. emiten aunque me falta bastante por leer aún de varios documentos que circulan por la red y que al parecer sería de vuestra autoría.

Creo que si creemos tener la razón y suponer que aquello que los demás mencionen o cuenten no es cierto entonces estamos asumiendo una actitud tan fundamentalista como la de aquellos crédulos acérrimos del tema OVNI y lo paranormal que Uds. critican, algunas veces ciertamente con toda propiedad pero a veces también con evidente prejuicio y sin argumento válido o de peso!

Todos estamos invitados a hacer investigación y a compartir entre todos lo que cada uno va descubriendo de la maravilla que día a día nos presenta la vida como regalo y no necesariamente producto de una supuesta ley aleatoria universal. Si no lo hacemos así al final simplemente estaremos formando círculos herméticos que no solo se cerrarán a grupos crédulos sino que de paso evitarán ver las distintas formas como la vida se manifiesta. De hecho en este sentido se puede vislumbrar que Uds. criticarían no solo el hecho de que la gente informe públicamente asuntos relacionados a estas manifestaciones o fenómenos desconocidos, sino que también a aquellos que para no ser blanco de vuestras críticas y para hacer una investigación paranormal en silencio se llegasen a juntar en pequeños grupos pero que para Uds. serán sectas de crédulos así como una intención de esconder el ejercicio de esta investigación.

La perspectiva de algunos de nosotros es por una parte la de testigos directos y por otra la de investigadores de las experiencias de otros. En relación a nuestras experiencias personales con esta manifestación al haber visto fenómenos y objetos desconocidos, algunos creemos que es válido y adecuado clasificarlos como fenómenos paranormales (incluso OVNIs en algunos casos particulares) porque no pudieron ser identificados en su momento ni tampoco hasta la fecha por quien les escribe ni por los otros testigos que estuvieron presentes en casos de avistamientos grupales de tales realidades desconocidas. Sabemos entonces que los fenómenos paranormales y por ejemplo OVNIs si existen porque a varios de nosotros nos tocó ver este tipo de objetos y sus fenómenos asociados y algunos muy de cerca y por un lapso suficiente de tiempo para entender que lo que estábamos viendo era real. En algunos casos incluso los vimos de día y de noche en repetidas ocasiones. No sabemos qué eran ni tampoco sus naturalezas pero nadie nos va a venir a convencer de que lo que vimos no era real. Podemos aceptar que lo que vimos puede tener una explicación más adecuada con el correr del tiempo en la medida que vayamos descubriendo más fenómenos para comparar y por otra parte descubriendo mejor la reacción de nuestra percepción ante la presencia de fenómenos externos sean conocidos o no.

Cuando un testigo cree haber detectado la presencia o manifestación de un fenómeno y luego haberlo seguido atentamente para poder identificarlo es importante entender que el testigo clasificará de manera gruesa algún fenómeno desconocido debido a su actual incapacidad e imposibilidad de identificarlo dentro de un posible grupo de fenómenos conocidos y convencionales. Es posible que se den dos casos: 1) un testigo que desconocía la existencia de fenómenos anómalos así como la existencia de información pública (TV, prensa, etc.) al respecto (el llamado testigo no contaminado); y 2) un testigo que conocía información sobre la existencia de estos fenómenos anómalos y que por ello incorpora inconscientemente a su conocimiento la existencia de este grupo aún sin haberlo podido verificar nunca antes (el llamado testigo no contaminado).

Para los casos de manifestaciones y fenómenos paranormales genuinos (OVNI, presencia de seres, etc.), el testigo no contaminado no identificará el episodio con nada conocido y por ello lo clasificará de manera gruesa como algo anómalo o desconocido o de acuerdo al concepto que mejor recuerde y que se asocie al evento mientras que el testigo contaminado tenderá con más facilidad a clasificar al hecho anómalo dentro de la categoría de lo desconocido pero quizás usando una clasificación más fina usando algún concepto o término que se asocie a lo experimentado pero que no necesariamente sea el mejor término que usaría un experto en este tipo de fenómenos una vez que identifique bien la casuística de fondo expresa en el relato del testigo.

Pero en cualquier de los casos quedará siempre la sensación y la mención (en el relato) de un fenómeno externo real. Algunos incluso sabemos que en algunos casos es posible y necesario clasificar ciertos casos como manifestaciones y/o fenómenos inteligentes.

Este breve resumen de los aspectos identificatorios y clasificatorios fenomenológicos son importantes a la hora de comprender lo descuidado y apresurado de varias críticas por parte de los investigadores y/o divulgadores y/o seguidores escépticos. En este sentido, estos “analistas” critican este tipo de episodios usando modos que no contemplan la posibilidad de que efectivamente el testigo sí logró percibir de manera adecuada el fenómeno y quizás también describirlo objetivamente en el relato más allá que este termine mencionando algún término paranormal quisquilloso para los escépticos. Sin embargo, es recurrente encontrar una crítica escéptica fuera de contexto y que pretende inmediatamente condicionar la objetividad y calidad perceptiva y cognitiva del testigo cuando se le responde que lo que relata “parece indicar a claras luces” que todo lo vivido no es otra cosa que un nuevo fenómeno típico y convencional de alucinaciones colectivas o de fenómenos psicosociales o de identificación inadecuada de objetos en el cielo.

Ante este tipo de críticas poco afortunadas algunos creemos tener el derecho de usar argumentaciones similares a las de los escépticos pero inversas a la hora de tratar de comentar algún caso pero esto tampoco es lo adecuado porque en el fondo no se está siendo objetivo y simplemente estaríamos siguiendo un juego emocional y no un modo intelectual de abordar la casuística en cuestión. Algunos de hecho ni respondemos ya a los escépticos puesto que muchos de estos tienden a leer rápido sin comprender la invitación nuestra de una consideración más afortunada y prolija de la situación analizada y criticada, y esto nos conduce en parte a sentir pena por aquellos que hacen críticas livianas y que duden sarcásticamente de nuestras experiencias. Algunos investigadores creyentes de hecho encuentran en esta actitud de los escépticos una razón justificada para tener derecho a reírnos de ellos, pero nuevamente estamos en una situación que no nos permite ir al punto de interés y solamente quedarnos dando vuelta en nuestros prejuicios y emociones. Así el testigo no encontrará nuestra ayuda para poder obtener una mejor comprensión de su caso, sea efectivamente paranormal o sea algo convencional.

A modo de resumen, con varios colegas creemos no tener ese descuido basado en una actitud discriminadora inadecuada; nada sacamos con suponer que los demás están 100% en un error pues ni siquiera sabemos qué fue lo que efectivamente pudieron haber percibido. Creemos por ello que la ligereza en las críticas de algunos escépticos desafortunados se basa más en una falta de conocimiento adecuada y en la expresión inconsciente de prejuicios, así como en una falta de investigación mínima y de identificaciones correctas.

Nada sacamos con esconder nuestras experiencias porque la idea es aprender entre todos. Tampoco queremos hacer show o lucro de ello porque no es nuestro objetivo aunque sabemos que existen personas que hacen uso y abuso del tema y que confunden a muchos y que son justamente estos personajes hacia los cuáles dirigen la atención varios escépticos. Lamentablemente estos escépticos creen ver en estos personajes el patrón común entre los investigadores que promueven la investigación y difusión del tema de lo desconocido. Del mismo modo creemos descubrir que varios escépticos no se enfocan en casos que sí son potencialmente interesantes y probables de presentar una real anomalía sea cual sea la explicación final que el investigador crea conveniente como conclusión personal más que como aporte al testigo.

Como investigadores del tema al menos sabemos que ciertos fenómenos sí existen tal cual como se describen y que si nosotros los vimos otros también pueden llegar a tener una experiencia similar más allá que la apreciación de ellos varíe en características fenomenológicas tales como la forma, color, comportamiento, tamaño, velocidad, cercanía y duración, o también en el modo de percepción y reacción emocional, asimilación posterior de la experiencia, etc. etc. etc.

Por ello esta carta la escribo con bastante respeto porque se que este tipo de experiencias no son tan comunes de experimentar como uno cree o quisiera. También entiendo que muchas suposiciones de los escépticos pueden ser ciertas y correctas pero en contextos muy particulares, pero definitivamente no en todos.

Espero haber presentado aquí un resumen de aspectos fundamentales que debieran ser consideradas con más atención por parte de los críticos escépticos así como de los analistas crédulos. Cualquier duda o comentario será bienvenido y la idea es que aprendamos entre todos de lo que nos pasa a todos.

En este sentido he desarrollado otros documentos para personas escépticas del tema de las pseudociencias y que quizás tenga sentido adaptarlas para compartirlas con otros escépticos para reflexionar al respecto. Invito entonces a todos aquellos que se interesen en este tipo de materiales a que me escriban.

Por otra parte espero que tengan a bien leer todo lo escrito aquí hasta ahora y que no busquen segundas intenciones más que la de compartir una opinión desde la perspectiva creyente y/o constatadora de algunos fenómenos particulares.

Les deseo todo lo mejor.
Atentamente,
Miguel A. Jordan (Michel)
Ingeniero civil electricista, U. Chile
esiomajb@gmail.com
Edición: 26/02/07

Nota: este documento fue re-elaborado a partir de documentos anteriores por parte del autor:
1) http://www.tiwy.com/ovni/esp2006/0702.phtml%202
2) http://mihteriohdelasiensia.blogspot.com/2006/05/ovnis-vaya-timo.html
3) http://mihteriohdelasiensia.blogspot.com/2006/08/respuesta-miguel-jordan.html%203

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