jueves, junio 28, 2007

La parapsicología como ciencia que brinda inconscientemente una terapia

Estimados amigos:
aunque el título de la blog es algo similar pero no exacto, los invito a leer un documento que he titulado "La parapsicología y ovnilogía como ciencias que pueden brindar inconscientemente una terapia!" ya que es justamente eso el resumen y a la vez por ello el título que pude encontrar para describir lo que sigue más abajo.

saludos
Michel

Una breve pausa: orígenes, contextos y sentidos de la ciencia de la parapsicología

Porqué se mantiene la parapsicología activa como ciencia en la sociedad?

Cada vez que un parapsicólogo o uno de los estudiosos de sus especialidades o variantes como lo son los ovnílogos (o ufólogos como dicen algunos) nos encontramos con casos en donde testigos dicen haber vivido experiencias que incluye la presencia de seres desconocidos, objetos inusuales o fenómenos anómalos así como experiencias perceptivas y cognitivas distintas (producto de la reacción ante la presencia de este tipo de sucesos con posible intencionalidad o inteligencia de fondo).

Podría partir acá comentando por ejemplo el caso de unas personas que luego de haber vivido experiencias paranormales intensas deciden de alguna manera nunca más hablar del tema o incluso esquivarse a sím mismo el recuerdo de estas circunstancias anómalas porque quizás no se sienten preparadas para poder asimilar correctamente lo vivido o no quieren siquiera darle una remota esperanza de ser verdad, a todos aquellos sucesos ni todo lo que por lo general solemos interpretar de manera natural cuando nos ocurren sucesos. Y esto genera que estos testigos quieran evitar incluso que se les mencione este tipo de situaciones e incluso es posible que algunos testigos le enseñen a sus propios hijos que no deben creer en esas cosas que paradojicamente ellos mismos vivieron en alguna oportunidad.

Pero como en la vida todo tiene muchas vueltas de manera similr al movimiento tradicional del boomerang, ocurre que de pronto los mismos hijos de estos testigos llegan a vivir algunas experiencias paranormales u OVNI y les toca vivir justamente una situación similar a la que debieron enfrentar sus padres en su momento, solo que también recuerdan inmediatamente que sus padres (al igual que lo hace quizas una buena parte de la sociedad occidental como es el caso de la sociedad chilena) les recordaron que estas cosas no exisían con lo que se encuentran en una situación incómoda de decidir buscar o no buscar apoyo en los padres como aquellas primeras personas en las que confiar la experiencia ante este suceso.

Me imagino que los padres que alguna vez fueron testigos de estas experiencias, se sorprenderán con escuchar lo que sus hijos les comenten y quizás querrán creer que sus hijos están haciéndoles alguna broma o que sobreinterpretaron un hecho pero lamentablemente a algunos de ellos les viene inmediatamente el recuerdo de lo vivido por ellos mismos y de paso la inseguridad que produce el hecho de nunca haber querido tratar su propio caso consigo mismo y menos con la sociedad. Ahora sin embargo ese miedo les vuelve a nacer porque saben que quizás sus hijos vieron exactamente lo que ellos en su oportunidad. Pero este miedo puede cobrar una relevancia distinta porque estos mismos padres recuerdan también que así como ellos tuvieron problemas para asimilar la experiencia, si es que la quisieron asimilar de verdad y de manera sincera consig mismos, por ello sus hijos podrían comenzar un proceso similar de asimilación.

La pregunta de estos padres puede ser entonces, a quién recurrir para buscar ayuda siendo que se vive en una sociedad que no solo ridiculiza este tipo de experiencias sino que además en algunos casos incluso niega su existencia como si fuese una cosa definitiva y zanjada, y para algunos de paso algo lógico y natural. Es allí cuando comienzan los problemas, o quizás las oportunidades para los parapsicólogos.

Son justamente este tipo de casos, esos detalles los que hacen surgir un interés de algunos investigadores que a la postre a veces pasan a dedicar bastante tiempo a estas materias generando así no solo una vocación particular sino una nueva rama de la ciencia, o al menos una variante de la ciencia que tiene sentido quizás sola y exclusivamente con la aparición de estos eventos a través de los relatos de los testigos. Pero lamentablemente no podemos suponer que la parapsicología nace de la nada, sino que ocupa ya estructuras que existen previamente pero que son transformadas o adaptadas para lograr un conocimiento que progresivamente se acerque a lo que es la explicación y la escencia de este tipo de manifestaciones, fenómenos y sucesos. Por ello en sí surge la parapsicología o en caso de existir previamente, se mantiene como rama de la ciencia que genera conocimiento, sea que las conclusiones de los análisis de los casos así como los métodos e hipótesis usadas no sean del gusto o del entendimiento fácil, práctico y natural de la sociedad y menos aún de los usuarios del método científico.

Son en parte varios de estos argumentos que hacen que la investigación parapsicológica, sea en su variante normal o en la ovnilógica, una rama tan interesante para aquellos que la cultivan, puesto que se van descubriendo tantas diferencias, clasificaciones de fenómenos distintos, respuestas distintas de los mismos testigos, interpretaciones variadas de los mismos estudiosos, diferencias en los posibles fenómenos que se adjudican como explicación de los casos. Todo ello hace que uno valore esta rama de la ciencia, y que uno de pronto entienda que es muy lametable que ciencias como la psicología y la psiquiatría no le hayan dedicado un mayor grado de atención respetuosa a estas ciencias. De hecho a veces ya los OVNIs y sus ocupantes en sí dejan de ser irrelevantes porque uno no puede generar ningún protocolo para poder hablar con ellos aunque quizás sí haya protocolos pero no son los que los usuarios del método científico considerarían como algo convencional puesto que se relacionan a aspectos en donde estamos en presencia de prácticas y rituales, y por mucho que haya un científico midiendo variables (por ejemplo el estado fisiológico del testigo (como por ejemplo un EEG). En este sentido, no se le puede exigir tanto al ovnílogo o al parapsicólogo que se preocupe de “atrapar” o “perseguir” a los seres desconocidos porque eso es algo que como lo decía escapa a nuestro control y de hecho no es lo único de lo que deberíamos preocuparnos, sino más bien descubrir todos los efectos que producen experiencias así.

Se que existen psicólogos, neurólogos, psiquiátras estudiando estas cosas de manera muy interesada y con un muy bajo perfil de modo de evitar las consecuencias negativas que por lo general produce mencionar este tipo de investigaciones en círculos basados casi exclusivamente en el método científico, pero también se que por mucho que muchos de ellos quisieran aportar algo concreto en base al método científico muchos de ellos se topan con las mismos desafíos que nosotros ya conocemos por mucho tiempo. Aún así, este es un campo que debería ser abordado por esas ramas y dado que hoy en día está muy de boga hacer cosas lo más orientadas posible al método científico es que cada vez queda más apartada la relación directa de la psicología y la psiquiatría hacia estos fenómenos aunque claramente los casos siguen a veces siendo los mismos pero con diagnósticos e interpretaciones muy distintas, especialmente debido a que en la parapsicología no es tan importante verificar al 100% la existencia de estos seres porque por mucho que se quiera y que se cuente con los recursos y con los conocimientos este objetivo escapa de nuestro control mientras que para otras ciencias aceptar esto sería imperdonable y dejaría de aceptarse tal actitud como algo “científico” (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Bunge ). Por ello en parte el terreno de la parapsicología así como de su variante ovnilógica tiene en parte un terreno abonado para poder trabajar sin tanta competencia, la que obviamente existe pero que no está protocolarizada y lo que permite que entren a veces personajes que sólo entrar a esta ciencia y vienen a lucrar o a pasar un buen rato diviertiéndose y de paso criticando a favor o en contra. En realidad si es necesario un mayor número de expertos en estas áreas y ojala personas que hayan estudiado otras ramas de la ciencia que en su momento les sirvan para analizar y quizás develar nuevos misterios de estas ciencias paranormales. Pero tampoco podemos olvidar que por lo general muchos parapsicólogos se forman de manera autodidacta (es decir, se hacen) aunque no me extrañaría que si les consultamos a ellos si antes de meterse a estas áreas hayan quizás vivido alguna experiencia paranormal u OVNI, y me temo que la respuesta será más un sí que un no (especulo de acuerdo a lo que yo conozco del tema, obviamente descontando a los escépticos) por lo que podríamos decir que el parapsicólogo (y su variante ovnilógica) nace a través de unas experiencias paranormales pero que este nacer en esta vocación es insconsciente (por ejemplo se dan cuenta a los cinco años que ya llevan todo ese tiempo metido en estas andanzas) y que por ello esa experiencia y en especial ese “recuerdo inconsciente” son los que gatillan que este profesional se vaya haciendo con el tiempo.

Lo más importante que quiero rescatar de la toda esta breve pausa expositiva es el hecho de que los parapsicólogos son, sin quererlo, a veces los reemplazantes naturales de los psicólogos y psiquiátras cuando hay que atender un caso y de hecho, inconscientemente esta interacción “testigo-investigador” se desarrolla en un ambiente que al permitir discutir estos temas y dar una posibilidad de escucha y escape al testigo, permite que este sienta un efecto terapéutico.

No se trata aquí de defender a la parapsicología solo por defenderla como un acto meramente emocional. Se trata de entender el porqué existe esta ciencia, o pseudociencia o protociencia o como quieran llamarla. La parapsicología existe según mi apreciación de los hechos debido a que el tratamiento que se le da a estos casos por parte de muchos estudiosos tradicionales y mayoritariamente académicos es negativa y que se basa en argumentos que proponen explicaciones con la que los testigos naturalmente no se pueden identificar, o que aún permitiendo la explicación de ciertos aspectos sigue siendo incompleta y no tratando el punto fundamental en lo medular. Los testigos siguen comentando sus experiencias, los casos se siguen discutiendo a través del tiempo y muy en especial cuando se vuelven a escuchar historias de ese estilo, cosa que no creo que solamente se pueda deber al desconocimiento de la sociedad o al menos de un gran número de supuestos testigos, en relación a fenómenos naturales que al ser apreciados bajo ciertos contextos y condiciones generan apreciaciones distorsionadas con posibles interpretaciones cognitivas desafortunadas por no decir erróneas.

Además hoy en día se pueden apreciar siempre las mismas disputas entre bandos escépticos y creyentes y que permite descubrir que estamos aún algo lejos de encontrar un camimo de comunicación para generar una sinergia investigativa. Eso es lamentablemente aprovechado por gente que veces hace lucro del tema y de paso contaminan el contexto investigativo con actitudes poco honradas e incluso a veces definitivamente delictuales.

Osea, el campo de la parapsicología si estaría autoustificado y justificado. Lo que otro botan o consideran casi como si fuera una basura, una materia no científica y no fructífera, los parapsicólogos lo recogen con mucho gusto. Habría que preguntarse porqué varios usuarios del método científico consideran estos casos como “basura” o “material sin interés”, tanto que incluso buscan generar ciertos conscensos (de modo similar a los consilios de la iglesia) para dedicar un protocolo para seguir tratando estos casos como explicables, no interesantes, residuales sin valor, o improbables y por ello poco valorables, o quizás aún “inexistentes”. Está claro que muchos casos y quizás un gran grupo pudieran explicarse correctamente con las teorías tradicionales que hoy en día se manejan en psiquiatría, neurología y psicología, pero eso no quita ni pone que se olviden de mejorar el conocimiento descubriendo que algunos casos que actualmente se diagnostican dentro de una clasificación particular, haya que volver a analizarlos y quizás crear nuevos grupos, como es lo que proponen por ejemplo algunos exorcistas en relación al símdrome de disociación de personalidad en donde ellos persiguen que se entienda que existe un cuadro específico que ellos sugieren llamar “síndrome demonopático de disociación de la personalidad”. Algo parecido podríamos intentar los parapsicólogos y ovnílogos, aunque algunos de nosotros de hecho ya estamos en ello hace mucho tiempo pero quizás de manera lenta por la falta de apoyo y la dificultad de encontrar los criterios clasificatorios más adecuados y claros.

Resumiendo, quisiera decir que la parapsicología se puede valorar como el tratamiento y la ayuda necesaria que requieren todas aquellas personas que debido a sus experiencias paranormales no encuentran en las ciencias tradicionales (llámese psiquiatría, psicología y neurología, oftalmología, etc) un apoyo adecuado y “afortunado” hacia las experiencias que ellos han vivido. De paso no podemos olvidar que muchas de estas experiencias llevan a sus testigos a visitar incluso a sacerdotes, otros testigos, expertos en ciencias varias e indescriptibles, practicantes esoteristas, etc etc, en busca de una respuesta a sus experiencias. Vale decir, estamos ante una suerte de peregrinos que deambulan en la parapsicología cuando teoricamente deberían poder encontrar una ayuda correcta en las ciencias tradicionales que dicen especializarse únicamente en fenómenos dentro de los cuáles las apariciones de seres desconocidos debiera ser uno más de tantos casos, aunque por lo visto tratado de una manera que a veces no permite que algunos testigos se identifiquen con las conclusiones y tratamientos de los especialistas “académicos” o “usuarios del método científico”.

Por ello, la parapsicología y la ovnilogía tienen sentido como ciencia, tienen de hecho casos que atender que surgen semana tras semana (algunos de ellos explicables obviamente según fenómenos convencionales conocidos y que no tienen nada de anómalo para los expertos pero si para los nuesvos testigos). Porqué entonces observamos tanto desdén por parte de algunos escépticos así como por parte de la sociedad y de algunos usuarios del método científico (los así incorrectamente llamados “científicos”) cada vez que estos escuchan hablar sobre este tipo de temáticas y que de paso generan planteamientos tan extremos y muchas veces lejanos de la realidad que muchos parapsicólogos sabemos que existe?

Por ello creo que es bueno resumir que la parapsicología y la ovnilogía tienen por ahora asegurado la atención e interés de un grupo social importante que ve a veces en las proposiciones de la parapsicología una coherencia y lógica más cercana a las intuiciones naturales y conclusiones intelectuales (por no decir asimilaciones) de las experiencias que ciertos testigos han vivido. Aún no mencionamos en este grupo a todos aquellos que están interesados en esta temática aún sin haber vivido nunca una experiencia en este sentido. Y tampoco podemos olvidar a todos aquellos que ven en estas ciencias y en los temas que se discuten, una fuente de esperanza para validar algunas creencias. Creo que muchos desvaloran lo extenso y amplio que son las dimensiones de todo lo que se relaciona con el campo de la parapsicología incluyendo su variante ovnilógica.

Atte.
Michel
esiomajb@gmail.com

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