lunes, marzo 19, 2007

Sobre el objetivo final de la investigación de la existencia de seres desconocidos

Hola interesados en el tema paranormal y ovni:

Respondo a una pregunta básica de nuestra vocación: cuál es el objetivo final de la investigación de la existencia de seres desconocidos?

El objetivo final de pronto uno no lo conoce al principio. Creo que esa pregunta se va generando una vez que ya estamos bien metidos (bastante tiempo y con bastante intensidad y voación de trabajo e investigación). La respuesta puede incluso ser distinta para cada investigador. Mi objetivo final en un momento dado fue tomar contacto con esta inteligencia y eso lo logré en varias oportunidades cosa que agradezco por una parte pero por otra también ha significado una dependencia inconsciente a veces y otras también voluntaria porque uno se pregunta varias cosas tales como:

1) "cómo entender el hecho de que estos seres existan tanto a nivel personal como social y en relación a lo trascendental (otras realidades y vidas)?"
2) "tiene sentido replantearse nuestras suposiciones en cuanto a la cosmogonía y taxonomía de los seres existentes?"
3) "qué rescatar del hecho de que ellos existan?"
4) "porqué nuestra sociedad o civilización (si es que de civilizados tenemos algo) le da tan poca importancia al hecho de que existen otros seres distintos a nosotros? Y digo que su naturaleza es claramente distinta o al menos desconocida porque así lo terminamos interpretando luego de varios casos no solo en cuanto a sus aspectos físicos sino también en cuanto a las situaciones en las cuáles se manifiestan.

Una vez que se descubre que estos seres sí existen y que sí interactúan de manera inteligente con nosotros a través de fenómenos, objetos o manifestaciones conocidas y otras desconocidas (las cuales tampoco sabemos si son siempre causados por ellos), y además cuando vamos descubriendo sus modos particulares de manifestarse e interactuar con cada testigo que varía de caso en caso, es posible recién ir asimilando que el fenómeno inteligente investigado no solo es real ya que se percibe como existente y presente por los sentidos, sino que además es efectivamente verdadero ya que se comporta de manera inteligente provocando una atención especial nuestra ante su presencia y a veces definitivamente mostrándose tal cual ellos son incluso comunicándose. Entonces el primer objetivo es verificar como testigo directo la presencia e interacción inteligente del fenómeno o manifestación.

Desde allí es posible que los cuestionamientos personales pasen a ser mucho más importantes que nuestro actuar como miembros de grupos de ovnílogos y/o parapsicólogos ya que estaremos en una situación personal que tendremos que analizar inconscientemente a lo largo del tiempo para ir asimilando todo su significado. Es posible que por ello la valoración social no pueda compararse con la valoración personal que haga un testigo presencial de un suceso inteligenite desconocido. Saber que existen otros seres y que se presentaron en un lugar determinado cercano al testigo y en un tiempo determinado ubica al fenómeno como algo real que no solo tiene cabida como algo verdadero sino como algo que se mantiene en ciertos aspectos de manera vívida en la memoria y porqué no decirlo también, a veces también presente en los mismos sueños recordados sea un sueño simbólico o uno vívido (casi real por no decir "como en la vida real"). saber que existen otros seres tiene un significado trascendental pues abre la perspectiva del mundo del testigo en cuanto al modo de mirar la vida. Eso en parte es el primer fundamento para poder tener una mejor forma de responderse la segunda pregunta planteada en cuanto al sentido y a la necesidad de replantearse nuestras suposiciones en cuanto a la cosmogonía, teología y muy en especial a nuestro concepción de los seres que existen o no y de paso abre la mente para poder plantearse la pregunta "qué otros seres que yo no he visto existen?" o quizás también "serán ciertos los casos de encuentros con seres desconocidos que otros testigos relatan?" y de paso "vió ese testigo efectivamente a estos seres tal como lo presenta en el relato del suceso?". Eso responde en parte la segunda pregunta planteada aquí.

Pero quizás el paso más trascendental para entender todo esta "otra realidad" o "realidad más amplia" que a algunos nos ha tocado vivir es volver al mundo "real" en que la sociedad vive y se desarrolla y tratar de ver cómo darle algún sentido práctico al conocimiento que hemos adquirido luego de haber vivido esos sucesos desconocidos. Ya queda claro el hecho de que "otros seres y sus "otras realidades" también existen: entonces qué hacer con ello? Acaso tiene sentido ir a la sociedad y decir de manera pública "he sido testigo de un fenómeno paranormal"?

Quizás esa actitud tiene dos razones: la primera se relaciona con la necesidad de comunicarse con los demás y de transmitir las noticias del mundo y de la vida, especialmente lo que vamos aprendiendo en cuanto a hechos y experiencias; la segunda se relaciona con una necesidad inconsciente de buscar "confirmación" y "credibilidad" en otros testigos presentes en su sociedad así como el interés de su comunidad ante lo que le ha ocurrido y como grupo humano saberse informados al respecto y compartir lo relacionado a esta realidad experimentada por ese testigo. Esto último es en el fondo una búsqueda de valoración de los demás y de que acepten el hecho de que él/ella como testigo vivió el suceso que nadie antes le había informado de la manera adecuada (o quizás no lo recuerde o quizás no le interesaba en su momento) y que necesita que le crean y de paso que lo valoren y acepten este conocimiento para ingresarlo al recipiente humano de las experiencias de la vida que conforman nuestra realidad relatada por los testigos o a veces inventada para otros propósitos o deformada según la influencia de ciertas creencias y mitos.

Pero cuando el testigo "vuelve" a la sociedad y les informa de lo acaecido se encuentra con una sociedad que solo acepta lo que ellos puedan ver de manera presencial y de manera directa, es decir, que lo ocurrido pueda ser replicado y vuelto a re-vivir. Pero los fenómenos paranormales y la manifestación de seres desconocidos no es algo que se presente al antojo y deseo de las personas curiosas como si fuese algo que se puede comprar en un mercado o que se pueda pedir por encargo.

En el fondo estamos tratando con la existencia de otros seres vivos, otras inteligencias y se supone que si sentimos y pensamos de una manera instintiva mínima según nuestras capacidades como seres humanos (lo que no ganatiza que sea concuerde con el modo de pensar y sentir de estos seres) estos seres no tienen porqué cumplir con nuestros deseos y caprichos. Incluso en algunos casos en donde estos seres se manifiestan aún sin que el testigo tenga la mínima idea de sus existencias, ellos se comportan a veces de maneras distintas, algunas veces aparentando buscar la atención directa e intencionada del testigo hacia la mirada de ellos (i.e. al rostro) y otras veces simplemente hacia sus presencias físicas sin que esto suponga que hubo algo directa y claramente relacionado con el testigo. En relación a esto último, esas experiencias "indirectas" sin que hubiese mirada entre las partes (testigo y seres desconocidos para el testigo) dan la impresión como que si "ellos" siempre pasaran por ese lugar en el que se encontraba casualmente el testigo y esta vez este tuvo la ocasión de percibirlos sin que hubiese interacción mayor que esa como si se tratase de una "zona peatonal" común. En algunos casos incluso es posible que estos seres sean apercibidos por los testigos sin que estas inteligencias lo descubran o quizás estos ya pueden saber o intuir que es probable que su presencia o paso no deje de ser captado por el testigo.

Retomando la ida del testigo a la sociedad para compartir su experiencia y buscar recibir la atención social necesaria, es muy probable que en vez de encontrarse con un apoyo descubra un rechazo o incluso indiferencia sino también incredulidad. Esto quizás se diferencia mucho del trato que se le da a este tipo de experiencias "especiales" por parte de integrantes de etnias reducidas, por ejemplo en el caso de un grupo indígena que valora este tipo de experiencias como verificación de su contacto étnico con seres superiores, antepasados o seres de los alrededores que tienen directa relación con la cosmovisión de sus mundos, la razón de su existir y el modo de percibir la naturaleza y cada signo. Que increíble que nuestra civilización local (me refiero ala chilena y en parte a la europea y otras) haya perdido el sentido verdadero de lo místico, de lo trascendental y solo viva el día a día y una planificación de mediano a corto plazo con intenciones de mantener ciertas comodidades en el largo plazo. Será que aquí hay una clave para entender el porqué no solo haya tanta diferencia al momento de ver la indiferencia social ante este tipo de experiencias sino también a lo profundo que pueden llegar a trascender inconsciente y conscientemente este tipo de episodios "especiales" en la vida de los testigos. Quizás este tipo de experiencias los "conectan a tierra a un lugar místico" que en el fondo no tiene tiempo ni espacio ni tiene límites corporales para el testigo sino que en cierto sentido "lo desmaterializa".

Puede que esas experiencias sean tan impactantes en algunos testigos que los lleven a tener una mirada distinta a todas aquellas personas que viven sucesos que si bien son técnicamente distintos en el fondo se remiten siempre al mismo punto, esto es, la existencia de otros seres aparte de nosotros sean ángeles y demonios u otros seres físicos desconocidos, o personas que han dejado de existir en este plano o que existen en otro plano perceptivo, y eso que todo esto amplia su significación y riqueza cuando descubrimos que todas estas experiencias vienen acompañas de manifestaciones tanto materiales (físicas) o virtualmente reales (visiones, ilusiones, halucinaciones, sueños, desilusiones, etc) o simplemente etéreas por no decir energías que aún presentándose y generando un área y un volumen presencial y por ello un límte entre ellos y nosotros, claramente no son materiales. Y esto es más rico aún cuando se entra a descubrir que estas experiencias también implican una comunicación entre las partes las que a veces no son sonoras como estamos acostumbrados sino que a veces telepáticas e incluso simplemente intuiciones de la intencionalidad del otro.

Puede que un testigo de este tipo de experiencias comienze a desarrollar una actitud positiva en relación a estos temas y se plantee la necesidad de re-encontrar su misión mística espiritual en esta vida que puede comenzar a tener sentido cuando se considera la existencia de estos seres a la realidad de la vida en la que estamos actualmente inmersos, y de paso tratar de explicarse el porqué existen estos seres y qué hacen y quiénes son y qué relación tienen con nosotros o nosotros con ellos. Pero simplemente experimentando la realidad de la existencia de estos seres (sea en un nuevo suceso paranormal o recordando una experiencia pasada de esta naturaleza) basta para ir descubriendo que no solo no somos los únicos en nuestro alrededor y medio ambiente sino algo más importante, a saber, que alguien los creo a ellos tanto como a nosotros y que quizás ellos también puedan estar buscando el sentido de sus vidas en relación a su creador. Esta última intuición lleva nuevamente a recordar que existe un creador al que algunos le denominamos DIOS, i.e., la existencia de estos seres nos da otra razón más para ir descubirnedo que la vida es mucho más rica y amplia y que la pregunta de si "DIOS existe" tiene ahora la posibilidad de verse intuitivamente respondida desde una perspectiva mucho más rica e indicadora de lo trascendente: no solo nos crearon a nosotros sino que a estos otros seres también y alguien nos debe de haber creado tanto a ellos como a nosotros.

Aunque todas estas preguntas nos llevan a entender mejor el sentido de la vida, de lo divino y de lo misterioso ya no tanto basados en la polémica que suscita el tema paranormal como fenómeno mismo sino prueba clara de una realidad aún más real, en algún momento dado como testigos vamos recordando que actualmente vivimos y participamos como miembros de una sociedad y que la vida continúa pero ahora con una perspectiva algo distinta. Pero también tratamos de que nuestra experiencia vaya teniendo un sentido práctico en la vida y no dejarlo sólo como un recuerdo sin sentido ni valor, y por tanto vamos siendo más sensibles a relatos de otros en relación a sucesos similares a los que hemos vivido un buen grupo de testigos.

Más allá de que vivimos en una sociedad que en parte impone de una manera desafortunada "lo que es o lo que debe ser o lo que incluso solo puede ser real y lo que no es real", o "lo que es verdad y lo que no es verdad" o "lo que tiene sentido o no tiene sentido", no es mucho menos triste ver como nuestra sociedad tiene una idea ciega y paradojicamente prehistórica de esta otra realidad o de esta realidad más amplia y no entienden el sentido misteriosa de su naturaleza. Por lo general tienen la idea de que algo es falso o inexistente o irreal a menos que se les invite a una experiencia con esta dimensión misteriosa y desconocida como si fuese un evento programable, planificable o más bien controlable por ellos, casi como si se tratase de una visita a un espectáculo de circo. Incluso aceptan que algo es verdad si es que se les muestra en TV, vale decir, otro modo de obtener una prueba definitiva y cuando lo necesitan aceptan como verdadero lo que se les muestra sin siquiera dudar que pueda haber habido manipulación de la información en sus sentidos de invención, u omisión o deformación de la realidad presentada.

Obviamente gran parte de la sociedad no ha dejado de ser crédula en cosas que les convienen para poder ir manteniendo ciertos cultos y ciertos modos de vida y ciertos gustos y modos de controlar su medio ambiente, pero por otro lado niegan asuntos que incosciente e intrínsecamente tienen mucho más posibilidades de ser ciertos, reales y con un sentido valedero.

Más allá de los impedimentos que impone una sociedad "condicionada y educada" según el sentir de lo humano y no tanto desde una perspectiva espiritual y trascendental, el testigo de una experiencia paranormal va descubriendo que no es el único que ha experimentado un encuentro con esta realidad desconocida y trascendental, a veces considerada como parte de mitos y leyendas imposibles.

Algunos de estos testigos que valoran una actitud autocrítica de sus experiencias y que perciben que parte de ella tiene un sentido con lo trascendental y realmente superior, van conociendo casos de otros testigos en donde descubren que el trato de ciertos grupos sociales al hecho de estas experiencias es desafortunado y está lejos de entregar una explicación con un sentido real y práctico y va quizás descubriendo partes de las teorías e hipótesis humanas que pueden ser ciertas en algunos casos pero no en la generalidad proyectada poco menos como si se tratase de una verdad universal y eterna. Algunos de estos testigos van descubriendo casos en los que otros han ido asimilando encuentros con "lo desconocido" y se identifican al descubrir que al igual que ellos a estos otros testigos también les cuesta poder conciliar el significado de estos hechos reales. Más allá de no poder creer a buenas ni a primeras en la existencia real de los seres relatados por estos otros testigos ni entender bien la naturaleza de esos otros seres, va descubriendo similitudes estructurales y funcionales básicas entre experiencias de esas naturalezas inteligentes desconocidas que le permiten no solo dejar de sentirse aislado como un testigo de lo anómalo sino que también entender que aún sin haber vivido las experiencias de otros ellas no son creídas en la sociedad y además son asimiladas desde concepciones que no tienen un sentido correcto y válido porque parten de la base de que estos otros seres no existen y por ello sus suposiciones tienen una base irreal y en parte falsa.

Es cierto que los encuentros con seres desconocidos se dan en contextos en los cuales el medio ambiente físico y temporal sigue manteniéndose donde está y que por ello las huellas físicas no son tan evidentes o frecuentes o no cambian mayormente las condiciones ni el estado de un lugar y que por ello se suponga que las experiencias de ciertos testigos se desarrollan sólo al interior de su mente. Aquí es donde se considera que los testigos que relatan este tipo de sucesos no están siendo más que pacientes con algún trastorno psicosomático y fisiológico en donde son testigos inconscientes de la manifestación de sus propias enfermedades y que sería esto lo que permite diagnosticar sus trastornos. Allí se confunde el límite entre la palabra "testigo" y "paciente", por no decir enfermo o trastornado.

Valga mencionar que es más adecuado decir que los encuentros conocidos son por lo general aquellos en los que estos seres desconidos se presentan en el lugar en donde está el testigo o están a la vista o en el rango espacial perceptible por parte del testigo. Pero eso no significa que todo el suceso tenga solo una explicación desde una perspectiva materialista concretamente física y convencional según ciertas leyes que se suponen válidas en el 99% de las veces, cuando en realidad esa validez no es más que una acto torpe de suponer que las leyes que hemos descubierto pueden ser proyectadas al resto del universo como fenómenos generales cuando en realidad pueden ser solo fenómenos locales y temporales y que a veces pueden incluso depender no del azar (otro concepto desafortunado) sino que del mismo potencial testigo o perceptor, por no decir ser humano.

Por ejemplo el relato del avistamiento de un duende en un dormitorio de una casa no implica que esta habitación desaparezca luego del suceso sino que sigue estando allí así de la misma manera como el cuerpo del testigo sigue siendo el mismo físicamente hablando, más allá que la reacción del este esté más cercano a un estado alterado de consciencia que a un estado tradicional. Pero no implica que porque no exista un duende atrapado sea de manera física concreta (el cuerpo real del duende) o vía registro físico (fotografías o videos u otros modos), todo deba tener una explicación basado en un principio errado que supone que "la explicación más simple y tradicional es la más probable". Decir eso no significa tampoco que la explicación tenga sentido solo porque se intente ser pragmático ni simple sino que todo lo contrario, se estará simplemente juzgando un hecho cuya naturaleza puede ser potencialmente ultradimensional (sea sobrenatural (proveniente de DIOS) o praeternatural (proveniente de ángeles o demonios) o natural (de seres conocidos o desconcidos pero de naturaleza similar) y se pretende explicar como algo que solo puede ser verdad desde nuestra perspectiva que en parte es de naturaleza natural y basada en un modo de pensamiento complejo y dimensionalmente limitado, pero no por ello deja de ser real y verdadero en parte.

Cuando un testigo trata de investigar lo relacionado a encuentros con lo desconocido intentando compartirlo publicamente y de paso ofrecer un espacio de opinión a otros miembros supuestamente expertos en la materia, es muy probable que el testigo se encuentre con una sociedad con una mente cerrada aún cuando el cielo sobre ese cerebro esté totalmente abierto lleno de puntos luminosos brillando en el cielo como indicador de una diversidad de posibilidades. Luego de una posible asimilación triste y chocante de una respuesta social tan limitada, anti-científica y prehistórica, el testigo podrá ir descubriendo que le conviene trabajar solo y dependiendo mucho menos de lo que los otros seres humanos digan al respecto en especial si sus opiniones son prejuzgadas y sin un sentido real en relación a lo que el testigo ya conoce como real.

Desde ese momento es posible que el testigo rescate el sentido y significado de la realidad de estas experiencias con seres desconocidos y le preste más atención a defender a personas que pueden haber sido efectivamete testigos de casos parcial o totalmente paranormales y encuentre en el grupo de los así llamados pacientes psicosomáticos o trastornados mentales un universo de personas que quizás vivieron o puedan estar viviendo algo real de una naturaleza desconocida. Ciertamente muchos relatos de algunos supuestos "trastornados" como lo son en la práctica los casos de esquizofrénicos, o algunos epilépticos en su fase de aura u otros influenciados por los efectos de psicotrópicos (al igual que los chamanes), presenten características que no parecen lógicas ni reales ni verdaderas y ni siquiera posibles, esto desde una perspectiva desconocedora de la existencia real de estos otros seres y de su interacción con personas que puedan ser desafortunadamente clasificados como pacientes con algún trastorno.

Ciertamente algunas de estas experiencias de un origen supuestamente trastornado y mental en la realidad no son posibles de ser percibidos de manera adecuada por los testigos ni tampoco asimilados ni interpretados según nuestra conecpción de lo real-verdadero aceptado por nuestra cultura social actual, que para el entendimiento de algunos de estas experiencias paranormales se basa en modos desafortunados y poco acertados a la hora de rescatar el posible sentido de estos sucesos. Aún así, los testigos de este tipo de experiencias van relatando progresivamente de la mejor manera que a ellos les es posible y según una lógica distinta, toda la amplitud de la realidad que ellos perciben y asimilan en sus experiencias. Es muy difícil que ellos puedan darle el sentido a este tipo de experiencias en la medida que la sociedad condiciona la posibilidad de que participen en nuestra cultura a menos que controlen ciertas actitudes y comportamientos de acuerdo a lo que sociedad cree e impone como correctas, mínimas, necesarias y suficientes. Ciertamente debe ser muy difícil tanto para los mismos testigos (pacientes en este caso) así como para los familiares y seres que se interrelacionan normalmente con ellos, poder generar espacios de entendimiento y de cooperación para trabajar en forma mancomunada en nuestra sociedad, pero no por ello podemos dejar de tener un sentido más criterioso, cuidadoso y menos prejuiciado al momento de tratar de entender lo vivido por estas personas.

Quizás este último aspecto pueda ser considerado como clave para entender el sentido práctico de aplicar en la realidad "concesuada" y "condicionada" socialmente todos aquellos conocimientos que resultan de una progesiva y correcta asimilación del sentido y significado del hecho de que estas experiencias paranormales algunas veces tienen efectivamente una base real más allá que las inteligencias detrás de estas experiencias aparenten no colaborar (según lo que concebimos por colaboración desde una perspectiva humana obviamente aún limitada) para el entendimiento de lo que significa el hecho de haberse encontrado uno con el otro aunque es muy posible que en realidad muchos de estos seres ya nos hayan percibido de manera atenta sin que nosotros nos hayamos percatado aún.

Creo que todo lo narrado anteriormente puede también usarse como material a discutir para responderse el porqué nuestra "sociedad civilizada" o cultura actual le da tan poca importancia al hecho de que existan otros seres y tengan tan poco interés en verificar qué que puede llegar a significar el hecho de que ellos si existan a través de un encuentro cercano.

Ciertamente la búsqueda en cuanto a coleccionar y presentar publicamente miles de fotografías y videos de posibles registros de la presencia de estas manifestaciones y sus fenómenos asociados, no sirvan de mucho si no nos permitimos de pronto un breve tiempo para poder asimilar otros aspectos que quizás tengan una mejor asimilación desde una perspectiva basada en la verdadera fé y en la correcta intuición.

Lo que hagan muchas agrupaciones obviamente sirve pero por lo general descubro en chile una falta de entendimiento del asunto desde una perspectiva más espiritual.

Ojalá que esto sirva como respuesta a varias preguntas de Uds.

Que estén muy bien.
DIOS los ilumine como solo EL lo sabe hacer.

saludos
Michel

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