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Estimados lectores:
respondo brevemente a una consulta de un lector que me ha hecho una consulta interesante y frecuente, que se relaciona con el siguiente comentario generalizado: "al parecer creo tener un don o una habilidad, y me siento algo distinto a los demás. Cómo puedo ayudar?".
A todos los que me han escrito en este sentido les doy nuevamente las gracias por escribirme y por la confianza en comentarme todo esto.
Qué les puedo decir ante un tema tan complejo? Para mí son y seguirán siendo misterios, e incluso misterios que cada uno de nosotros tiene que descubrir por sí mismo aunque compartamos caminos similares de vez en cuando.
Creo que no es tan fácil decir algo al respecto de manera tan segura muy en especial en relación a estas condiciones inusuales, estos episodios anómalos, esos sentimientos raros y esas percepciones desconocidas en un primer momento (luego para algunos pasa a ser algo relativamente familiar) .
Estos hechos se dan y ocurren de manera mucho más frecuente de lo que la gente imagina y lo que indico no será ninguna sorpresa para los testigos frecuentes pero si para aquellos que nunca han vivido este tipo de experiencias y de los cuales no se puede esperar ni exigir que entiendan esta fenomenología porque en la medida que no se viva en carne propia y en más de una vez dificilmente se podrá asimilar la realidad de estos sucesos y con ello la existencia de algo concreto, más allá que para un grupo de investigadores de experiencias perceptivas (como los son los psiquiátras, neurólogos y psicólogos) todo esto no puede, no debe, no debería, no tendría, no tiene como ser algo real sino que casi instantaneamente lo catalogan como trastornos de comportamiento y de la razón sino una enfermedad metabólica y neurofisiológica o lo que sea. Para aquellos que saben perfectamente lo que percibieron, ninguna opinión negativa negando la realidad de ellos, puede siquiera servirles como ayuda para poder entender lo que han experimentado.
Ahora bien, es cierto que uno puede vivir experiencias halucinatorias que se asemejen a algunas experiencias reales pero aún así quién puede determinar lo que es real de lo no real? Quién puede poner en duda nuestra realidad más allá de que no tengamos cómo comprobarles lo que se ha vivido como testigo de estas experiencias inusuales?
Nos guste o no, estas experiencias efectivamente existen y se dan en el plano de lo real, aunque a veces pareciera escaparse de la realidad pero la percepción no nos engana aunque obviamente uno puede vivir halucinaciones o ilusiones incluso en el mismo momento en que se suceden las experiencias paranormales.
Ahora bien, para aquellos que dicen vivir una condición perceptiva distinta, el asunto puede resultar en algunas ocasiones más complejo por el solo hecho de que les ocurre con más frecuencia y eso puede llegar a generar en algunas ocasiones una incomodidad de no poder controlar estos episodios y verse expuesto casi como si uno fuera una pluma al viento. En ellos me ha tocado escuchar o leer sus sentimientos de impotencia al no poder controlar la situación por mucho que quisieran o por mucho que creen tener el derecho a poder determinar algo o al menos opinar si es que quieren o no seguir siendo afectos a este tipo de experiencias. Si estos episodios están aceptados por DIOS, hay que aceptarlos también y acogerse al misterio que esto encierra, pero cómo entenderlos y cómo llevar una vida más armoniosa en este sentido?
De eso podemos hablar largamente exponiendo distintos casos (sin nombre obviamente) que nos puedan ayudar a ver modos de entender este tipo de experiencias y cuál es el sentido de fondo de todo esto.
Por ahora solo nos cabe aceptar que estas experiencias son reales, se dan tal cual por ahora e incluso pueden presentar muchas más variantes con el tiempo aunque ni de eso podemos estar seguros pues uno no sabe bien qué ocurrira con uno como testigo.
Por ello es correcto aceptar en un principio que las expeirencias son aparentemente así como se presentan y nadie puede llegar y negarlas. Cada uno debe desarrollar siempre una sana autocrítica pues sino incluso nos estaremos enganando a nosotros mismos y eso hay que evitarlo a como de lugar por sanidad mental y por el deseo de estar siempre en la verdad, y en base a la realidad aunque sea distinta a la de otros.
Es uno el que verá si estas experiencias inusuales son justamente lo que uno supone que son o no del modo que hemos creído en un principio, o también si efectivamente algo hay de verdad o realidad (ambas cosas no siempre son lo mismo pero se unen) en todo ello o si no son más que aparentes enganos nuestras mentes y cuerpos, o juegos que otros controlan sin que nos demos cuenta como ha ocurrido en víctimas de experimentos científicos-biológicos de los cuales uno nunca tendrá el conocimiento adecuado y completo. Lo que menciono acá es por cierto muy real y un tema del cual mucha gente no gusta hablar por razones varias lo que no implica que no sea efectivo.
Ahora bien, preguntarse en qué medida estas experiencias son justamente aquello que creemos que son o que aparentan, y en qué medida son otra cosa, y en qué medida son ambas a la vez, es algo que cabe determinar a cada uno como testigo.
Quizés el problema sea que no todos comparten ese don o condición o como quieran llamarlo y eso hace raros a quienes sienten vivir esas situaciones inusuales, o también porque uno trata de darle un buen uso a esas habilidades o conocimientos, algo muy natural pero que más que en un sentimiento y un deseo queda por un buen tiempo quizás solo en eso y uno queda a la deriva en cuanto a saber qué hacer. Creo que lo mejor es orar a DIOS, pedirle que nos guíe y ayude a entender porqué nos han ocurrido esas experiencias y qué debemos o podemos aprender de ellas. Son, como decía, misterios de DIOS. Eso no implica que no podamos estudiarlos o que no podamos resolverlos hasta cierto punto, pero lo demás seguirá siendo por un buen tiempo misterio.
Mi consejo a todos los que viven este tipo de experiencias es que sean pacientes y no se compliquen más allá de la cuenta para que no se enfermes a si mismos más allá de lo que realmente tiene sentido. Está claro que cuando uno vive este tipo de experiencias uno no es ayudado en la sociedad pues allá no se entienden estas cosas como algo necesariamente real sino como una oportunidad morbosa de reirse de otros y de supuestas cosas que ellos dan por inexistentes. Además no es posible llegar y comentar esto a un especialista de la salud mental porque queda claro que no se les puede demostrar lo que uno ha vivido y además ellos viven de cosas tangibles. En ese caso, ellos no pueden hacer un diagnóstico correcto porque desconocen e incluso niegan lo paranormal. Además de varias otras cosas que se van agregando a lo que uno va viviendo, es entendible que en una primera etapa la experiencia genere en un número no menor de casos, una suerte de estres, inseguridad, miedo e incluso un trauma que se va desarrollando silenciosa e inconscientemente hasta que de pronto otros notan en uno un cambio marcado y lo exponen como signo de una enfermedad o trastorno. Para los que viven este tipo de experiencias y han sido afectados por el hecho mismo así como por su significado, estos viven un proceso similar a lo que uno podría asemejar a un duelo (el difunto es el paradigma o la cosmovisión en la cual uno vivia anteriormente tan seguro) pero que en realidad no es tal porque es muy probable que en el futuro vuelvan a ocurrir sucesos que le generen nuevamente un shock o peor aún, que uno comienze a recordar espontáneamente sucesos antiguos con lo que el recuerdo y la memoria generan un nuevo estado emocional no siempre agradable.
Cuando menciono que es difícil lograr entender bien estas experiencias obviamente estoy indicando que no tratemos de no hacer nada al respecto y con ello de paso dejar de ser serios con uno mismo en busca de una razón por la cual ocurren estas cosas, sino que lo que sugiero es ser paciente y esperar los momentos adecuados que pueden ocurrir a futuro (por ejemplo la reaparición de los fenómenos o seres desconocidos o una oportunidad en la cual uno pueda asimilar mejor lo que le ha pasado).
Digo estopues a veces hay que esperar mucho tiempo hasta que las cosas vayan calzando o tomando sentido e incluso puede que ni en esta vida comprendamos de manera suficiente y correcta (como nosotros suponemos o quisiéramos) en relación a este tipo de cosas.
Para cerrar este comentario invito a los que aún crean provechoso contarme vuestras experiencias, pues bien, les digo que son bienvenidos a compartir. De ese modo uno puede conocer un poco más de vuestras vidas y de paso ver cómo poder ayudarles mejr y conocer más de cerca vuestras experiencias inusuales y vuestros pensamientos en relación a lo que les ha pasado o que les está ocurriendo aún.
Mi mejor consejo es que oren a DIOS para que El les guíe pero no como uno quiere sino como DIOS quiere, y eso es de paso tambié todo un misterio. No lo creen también Uds.?
Les recuerdo que Jesús dijo, "yo soy el camino, la verdad y la vida". Puede que eso les sirva un poco. Son palabras profundas que quizás les ayuden a entender porqué El dijese eso, justamente eso y no otra cosa. Ojala les sirva este consejo o propuesta de ayuda real. A algunos esto último les parecerá no tener conexión con lo vuestro pero por algo se lo digo. Lo dejo a vuestra consideración. Por algo lo digo. ;-)
Estoy a vuestra disposición!
Saludos y que todos Uds. y sus familias estén muy bien
DIOS los guíe!
Atte.
Michel
esiomajb@gmail.com
Edición: 250309
Reedición:
Fín del artículo!
Nota para meditar: Al pasar vio Jesús a un ciego de nacimiento y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿que pecados son la causa de que este haya nacido ciego, los suyos o los de sus padres?" Respondió Jesús: No es por culpa de éste, ni de sus padres; sino para que las obras del poder de DIOS resplandezcan en él". (Este mensaje va en cada artículo de la blog)
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