cuando uno es parapsicólogo con experiencia en el tema de lo paranormal habiendo descubierto la existencia de “otros seres”, otras entidades, otras realidades, otros mundos, por mucho que sea a veces algo breve y sin mucha comunicación con estos seres a diferencia de lo que ocurre en el mundo tradicional de los humanos (incluso con conversaciones intrascendentes), al menos eso basta como experiencia para descubrir, consciente o inconscientemente, de manera inmediata o progresivamente luego de varias asimilaciones de esos episodios y sus significaciones, que nuestro mundo, nuestras creencias, nuestras cosmovisiones tienen una lógica algo limitada a menos que entendamos que existen estos otros seres, inteligencias, situaciones que por mucho que no nos sean a todos muy cotidianos o fáciles de experimentar e incluso a veces sin poder experimentar conscientemente nunca (o al menos recordar haberlas vivido siendo que quizás se vivieron pero se prefirieron olvidar), existen independientemente de nosotros e incluso en nuestro mismo espacio y tiempo en sentido directo, osea, puede que vivamos en lugares en donde convivimos con ellos pero al menos nosotros no lo notamos.
Por ello la palabra lógica es solo un concepto para algo muy limitado sino más bien algo que tiene validez y valor en un espacio reducido pero nunca universal ni atemporal.
En este sentido, todo lo anteriormente explicado nos invita a rescatar dos cosas adicionales:
1) que si existen estos seres, qué más habrá por descubrir pero en especial, quién es AQUEL que creo a estos seres. Queda claro que es casi improbable que la gente se autogenere o autoprocree de manera similar a lo que hacen las células o ni eso explica toda la vida ni la genera ni es el origen de todo. Por ello mismo, la existencia de otros seres además de nosotros es una indicación a entender que existe alguien superior a nosotros, no solo a nivel tecnológico como limitadamente suponen algunas personas materialistas, sino que espiritualmente. Para nosotros los cristianos, ese ser es DIOS.
2) que existen personas que se dedican a estudiar este tipo de fenómenos por mucho que crean o no, es decir, existen personas que debido a sus intereses y aficiones o incluso debido a sus oficios, están de alguna manera en contacto con estas narraciones de experiencias inusuales y estos mitos y cito por ejemplo a los siguientes: testigos de experiencias paranormales, halucinadores (pseudoesquizofrenia), psiquiátras, literatos, sacerdotes, historiadores, arqueólogos, parapsicólogos y en especial todos aquellos que escuchan cosas y que creyéndolas o no al menos la guardan en el baúl de la memoria.
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